Ante un acto de desesperación de haber sido derrotado el 13 de agosto por Claudio Vidal, y perder la reelección el 22 de octubre, el intendente Pablo Grasso durante esta última semana habría pedido disculpas personalmente en algunos sectores municipales, deportivos y barriales que se sienten decepcionado por el mal desempeño del Ejecutivo Municipal.
La falta de metas y prioridades de la administración pública del municipio en una ausencia de transparencia y un cúmulo de improvisaciones en donde el gobierno de Grasso quedó expuestos como ineficiente e ineficaz, habrían sido el principal factor de la derrota del mandatario.
En este sentido, el derroche del dinero público a cargo de funcionarios que administran recursos que no son fruto de su esfuerzo y lo destinan deliberadamente a espectáculos carísimos, acompañados de sorteos de autos 0km con dinero del contribuyente, dejando de invertir y gestionar en políticas públicas que son los fondos para mejorar la calidad de vida de miles de familias que viven en los barrios vulnerables de nuestra ciudad, dejaron al descubierto los desaciertos del Ejecutivo Municipal.-
Sin dudas, la soberbia se paga en política al igual que las actitudes antidemocráticas contra los trabajadores y la ciudadanía en general.
Cuando este nivel de soberbia supera los límites soportables de una sociedad, propios de intendentes prepotentes y de funcionarios que carecen de humildad, seriedad, conciencia y que no muestran el más mínimo sentido de la empatía por los problemas de la gente, hacen que un gobierno caiga en desgracia social.
Asimismo, Grasso anticipó a su círculo íntimo de confianza, que va a cambiar la estrategia de comunicación de gobierno y bajara los decibeles de violencia que ejercen sus funcionarios contra los trabajadores municipales.
Además, continuará pidiendo renuncias de los funcionarios y funcionarias que fueron parte de la derrota y de la mala administración pública. Con la atención puesta en su reelección, esto será una estrategia de campaña para asegurarse el voto en las próximas elecciones.
Por otra parte, el jefe comunal se encuentra cercado y desorientado por perder el control a partir del 10 de diciembre del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda (I.D.U.V.), donde su hermana María Grasso es la actual presidenta.
Cabe recordar, que durante el corriente año, los hermanos Grasso junto a otros funcionarios del I.D.U,V fueron denunciados por el concejal Pedro Muñoz (CC-ARI), por los presuntos delitos de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, abuso de autoridad, violación de deberes de funcionario público y encubrimiento.
No obstante, la actual gestión también observa «con preocupación» el alto nivel de aceptación y aprobación del gobierno electo que queda en manos del nuevo mandatario, Claudio Vidal.
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