En una reunión estratégica con representantes sindicales de distintos sectores, el secretario general de SIPGER, Rafael Güenchenen, discutió la salida de YPF de los yacimientos convencionales en Santa Cruz y las consecuencias laborales y económicas que esto genera. Además, se abordaron las problemáticas específicas de cada gremio, en un esfuerzo por fortalecer la unidad y coordinar acciones frente a las políticas nacionales que afectan a los trabajadores.

Entre los participantes estuvieron Roberto León (Panaderos), Marcelo Ojeda (APAP y CGT Zona Sur), Marcos Vellio (UPCN y adjunto CGT Zona Sur), Miguel Paris (SUTEP), Ariel Cárcamo (SADOP), Cristian Basualdo (UPSAP) y Natalia Aviles (vocal). Durante la reunión, se discutieron tanto las problemáticas específicas de la industria hidrocarburífera en Santa Cruz como las repercusiones de las reformas impulsadas por el gobierno de Milei sobre la ley de trabajo y la ley de entidades sindicales.

Güenchenen dejó clara su postura: “Estos encuentros son fundamentales para profundizar el debate sobre nuestras prácticas sindicales y políticas, pero sobre todo para fortalecer la unidad entre los gremios. Hoy, más que nunca, necesitamos espacios de coordinación y trabajo conjunto”.

El secretario general de SIPGER fue contundente al señalar que “las diferencias que puedan existir entre los gremios son insignificantes frente a las políticas que amenazan los derechos de los trabajadores y los puestos de trabajo. Lo que está sucediendo en YPF con la desinversión y la falta de responsabilidad sobre los pasivos laborales y ambientales es inadmisible, y no lo permitiremos”.

Hace dos semanas, Güenchenen encabezó un multitudinario acto en Caleta Olivia, donde 20.000 trabajadores se movilizaron en defensa de la industria hidrocarburífera. En referencia a este acto, expresó: “Todos entendemos la gravedad de la situación en Santa Cruz. La salida de YPF de los yacimientos convencionales preocupa a pequeños y grandes empresarios por igual. Estamos de acuerdo en que se debe actuar de manera urgente, ya que los recursos generados por la industria petrolera son esenciales para financiar los presupuestos de la provincia y garantizar el bienestar de los santacruceños”.

Además, lanzó una advertencia clara: “Si Marín no cambia el rumbo en las negociaciones y continúa con la decisión de abandonar Santa Cruz sin hacerse cargo de los pasivos laborales y ambientales, nos veremos obligados a intensificar la confrontación. No vamos a permitir que el futuro de nuestros trabajadores quede en manos de políticas irresponsables. Tenemos democracia sindical, tenemos derechos y tenemos mecanismos para defender los intereses de los trabajadores. No vamos a permitir que nos arrebaten lo que tanto nos ha costado conseguir. Cada medida de fuerza que tomamos no es un capricho, sino un mandato que surge de nuestras bases. Es la voz de cada trabajador y en el caso puntual de YPF, es la voz también de cada santacruceño que entiende y va a defender los recursos y valores de la provincia”.

Güenchenen también destacó la importancia de contar con el apoyo de otros gremios que atraviesan sus propias dificultades, y subrayó la necesidad de mantener la paz social. “El gobernador Claudio Vidal está haciendo un esfuerzo enorme por destrabar años de malas políticas y robos. Él es un trabajador como nosotros, y entiende de reclamos. Es vital que el Gobierno Nacional se comprometa y que la sociedad acompañe este proceso de transformación que se inició el 10 de diciembre en Santa Cruz. Es mucho el esfuerzo que los funcionarios están realizando y que está realizando toda la sociedad, sé que falta mucho, pero se está por el buen camino”.

Por último, el petrolero resaltó que “una mesa sindical como en la que hoy participé es realmente enriquecedor. No sólo nos permitió intercambiar experiencias y estrategias, sino también fortalecer nuestros lazos y nuestra determinación para seguir defendiendo los derechos de todos los trabajadores”, dijo el petrolero.

La posición de SIPGER es clara: defender los derechos de los trabajadores, proteger a las PyMEs y exigir un cambio en las políticas que afecten al empleo y la producción local.