Las actividades para algunos sectores de la economía se van recuperando, pero el poder adquisitivo de los sectores populares es cada vez peor y a eso le sumamos todos los meses el aumento desmedido sobre los alimentos.
El relevamiento de precios a través del IBP (Índice Barrial de Precios) que realiza nuestro equipo del ISEPCi ( Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) en la localidad da muestra de esta realidad: los 57 productos que conforman la Canasta Básica de Alimentos no tiene «precios congelados», por lo tanto las familias de los sectores populares difícilmente pueden acceder a la misma.
El incremento permanente sobre estos productos castiga el presupuesto de toda la población y fundamentalmente a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Es evidente que el gobierno tiene un serio problema a la hora de controlar estos aumentos, dejando librado el mismo a los formadores de precios, que son ni más ni menos que los grandes grupos económicos. Las políticas que ha implementado no dan resultado, eso es evidente y lo padecemos cada vez que realizamos las compras. Debería saber el gobierno que el hambre no espera.
Barbara Aballay, coordinadora de ISEPCi y del área Economía Popular de Barrios de Pie en Pico Truncado.